CUANDO NECESITES UNA RESPUESTA, UNA SOLUCIÓN O UNA IDEA CREATIVA, deja de pensar momentáneamente y concentra la atención en tu campo de energía interno. Toma conciencia de la quietud. Cuando vuelvas a pensar, tu pensamiento será fresco y creativo. En cualquier actividad relacionada con el pensamiento, practica el hábito de alternar entre unos minutos de pensamiento y otros tantos de una especie de escucha interna, de quietud interna.
Podríamos decirlo así: no pienses únicamente con tu cabeza, piensa con todo tu cuerpo.