En el último medio siglo, casi nueve de cada diez compañías cayeron en bancarrota, fueron adquiridas o desplazadas por competidores más creativos e innovadores.
Emprendedores y directivos saben que para sobrevivir deben ofrecer novedades a los clientes; pero la innovación es una actividad de alto riesgo.
“El genio es 1% de inspiración y 99% de transpiración”
Ser innovador no es dar un “salto de fe” hacia el mercado sino aprender a tomar riesgos inteligentes. Combinar el pensamiento desestructurado y visceral a la hora de generar ideas atrevidas, y el pensamiento estructurado y lógico a la hora de evaluar la factibilidad de su implementación.
El objetivo es generar la mayor cantidad posible de ideas, sin importar lo absurdas que pudieran parecer.
¿Te animas?
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